Hacer ejercicio, también ayuda a prevenir el cáncer de mama.

La ciencia explica por qué el ejercicio ayuda a evitar el cáncer de mama.

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común entre las mujeres a nivel mundial y la investigación continúa revelando la importancia de un estilo de vida saludable en su prevención y manejo. 

Y en particular, la ciencia nos da cada vez más detalles sobre el impacto positivo que tiene el ejercicio en la prevención y manejo de tratamientos de cáncer de mama. Lo que es muy alentador porque así sabemos que todas las mujeres tenemos la posibilidad de cuidarnos y tomar acciones que realmente pueden prevenir el cáncer de mama. 

En este sentido, queremos compartirles sobre un estudio reciente coordinado en Alemania en la Friedrich-Alexander University (1) que confirma el beneficio que tiene el ejercicio físico en la masa muscular esquelética de las mujeres  junto con un efecto antitumoral significativo en las células de cáncer de mama. Y es muy interesante porque  investigaron de manera específica el efecto que tiene el ejercicio para liberar myokinas y el efecto antitumoral que tienen en las pacientes con cáncer de mama. 

Esto es relevante porque las myokinas son proteínas liberadas por el músculo esquelético durante el ejercicio. Estas sustancias poseen efectos multifacéticos en el organismo, que van desde la regulación de la inflamación hasta la mejora de la función inmunológica y recientemente, se ha demostrado que pueden inhibir el crecimiento de células cancerosas.

Lo comprobado sobre el ejercicio y cáncer de mama

En el  ensayo clínico, examinaron a pacientes con cáncer de mama que participaron en un programa de entrenamiento de resistencia durante 12 semanas, utilizando una técnica llamada estimulación electromiostática de cuerpo entero. Este enfoque innovador no solo mejora la fuerza física, sino que también induce la liberación de myokinas que pueden afectar negativamente a las células de cáncer de mama.

Resultados Claves:

  1. Mejora en la Salud Física: Las pacientes que participaron en el programa mostraron un aumento en la masa muscular y una mejora notable en la fuerza de agarre. Esto es esencial, ya que una mayor fuerza física está asociada con una mejor calidad de vida y una capacidad funcional superior durante y después del tratamiento del cáncer.

  2. Efectos Antitumorales: El suero de las pacientes que realizaron ejercicio demostró la capacidad de inhibir el crecimiento de células de cáncer de mama en pruebas de laboratorio. Este hallazgo sugiere que el ejercicio podría tener efectos directos en la reducción de la proliferación celular cancerosa.

  3. Myokinas y Apoptosis: Se identificaron myokinas específicas (como CXCL1, IL10 y CCL4) que fueron liberadas en respuesta al ejercicio y que promovieron la apoptosis, o muerte celular programada, de las células de cáncer de mama. Este proceso es crucial, ya que permite al cuerpo eliminar células dañadas o no deseadas de forma natural.

¿Qué significa esto, especialmente para las mujeres? 

Que incorporar el ejercicio en la rutina diaria puede ser una estrategia poderosa en la prevención del cáncer y en el manejo de su impacto. El entrenamiento físico no solo mejora la fuerza y la salud general, sino que también puede ayudar a combatir el cáncer de manera más efectiva al crear un ambiente interno menos favorable para el crecimiento tumoral.

Conclusión: ¡El ejercicio es medicina y es accesible para todas las mujeres!

Nos emociona mucho saber que la evidencia científica demuestra:

  • El potencial prometedor para considerar el deporte y el entrenamiento físico no solo como herramienta para mejorar la salud física, sino también como un componente esencial para prevenir y lograr un tratamiento del cáncer de mama más efectivo. 

  • Que la actividad física regular es crucial no solo para mantener un peso saludable, sino también para reducir el riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama. 

  • Que las mujeres que se mantienen activas físicamente presentan mejores tasas de supervivencia y menores probabilidades de recaídas tras recibir tratamiento.

Por ello es que en Centro Aware siempre promovemos un estilo de vida activo como parte de las estrategias que todos podemos utilizar para estar mejor y más saludables. Hacer ejercicio físico y tener un estilo de vida más activo puede contribuir significativamente al bienestar general de todos y en el caso de las mujeres, dar pasos concretos en la prevención del cáncer de mama. 

Utilicemos los avances de la ciencia para estar mejor, por eso no nos cansamos de decirles que  ¡Hay que  movernos y hacer ejercicio!

Para terminar, queremos compartir unos tips para dar el paso y empezar a hacer ejercicio: 

  • Empieza gradualmente: No hace falta tener todo resuelto, puedes iniciar con incluir más movimiento y actividad en tu vida diaria. Todo el movimiento cuenta y una pequeña decisión te lleva a otra. 

  • Diseña un Programa de Ejercicio: Busca asesoría para crear un plan de ejercicio adaptado a tus capacidades y necesidades. Esto podría incluir ejercicios de resistencia, actividades aeróbicas y ejercicios de flexibilidad.

  • Se Consistente: Intenta realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana. La regularidad es clave para obtener los beneficios del ejercicio.

  • Combine ejercicio con hábitos alimenticios más saludables: Complementar el ejercicio con una dieta equilibrada multiplica los efectos positivos en tu  salud.

Si quieres saber más sobre el cáncer de mama desde nuestra visión de Medicina Sistémica, te va a interesar leer esto. 

Para apoyarte en una evaluación sistémica de tu salud, puedes hacer cita en Centro Aware. Que todo nuestro equipo estará feliz de recibirte y acompañarte en el proceso para recuperar y cuidar tu salud. 

Referencia: 

(1) Natarajan, A., Pradhan, R., Dieterich, W., Schwappacher, R., Reljic, D., Herrmann, H. J., Neurath, M. F., Hack, C. C., Beckmann, M. W., & Zopf, Y. (2024). The influence of physical training on breast cancer: The role of exercise-induced myokines in regulating breast cancer cell growth and survival. International Journal of Molecular Sciences, 25, 11379.

Anterior
Anterior

Entender el estrés y niveles de cortisol ayuda a recuperar el control de tu salud

Siguiente
Siguiente

Dieta antiinflamatoria para la prevención del cáncer de mama