¿Por qué no estás bien si comes bien? La verdad sobre la falta de Micronutrientes.

A veces sentimos que algo no está bien en nuestro cuerpo: nos falta energía, nos cuesta concentrarnos, nos enfermamos con frecuencia o simplemente no tenemos el ánimo de antes. Pensamos que es el estrés, la edad o el ritmo de vida, pero ¿y si el problema fuera algo mucho más simple y profundo a la vez? 

La deficiencia de micronutrientes, también conocida como “hambre oculta”, es una de las razones más comunes –y menos detectadas– detrás de estos síntomas.

Aunque creamos que llevamos una alimentación adecuada, muchas veces no estamos absorbiendo ni obteniendo todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar al 100%. Según el estudio de Perea Martínez et al. (2023), esta situación es especialmente preocupante en niños, ya que afecta su desarrollo físico y mental, pero los adultos también sufren sus consecuencias: fatiga crónica, problemas de memoria, debilidad muscular e incluso un sistema inmunológico debilitado.

Los micronutrientes esenciales son vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita en menores cantidades, pero que son fundamentales para que funcione correctamente. A diferencia de los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), que nos dan energía, los micronutrientes participan en procesos clave como la producción de energía, la reparación celular, el funcionamiento del sistema inmunológico y la salud del cerebro, huesos y piel.

Es posible que todos estemos al tanto de esta información porque vivimos en una época donde la información sobre salud y bienestar está al alcance de un clic. También es probable que si estás leyendo esto seas parte de quienes nos esforzamos por comer mejor, hacer ejercicio y mantener buenos hábitos, pero aún así, muchas personas descubren que tienen deficiencias de vitaminas y minerales. ¿Cómo es posible que, a pesar de llevar un estilo de vida "saludable", nuestro cuerpo no tenga todo lo que necesita? La respuesta está en los detalles de nuestra alimentación, entorno y ritmo de vida.

Pero ¿Por Qué No Nos Damos Cuenta?

A diferencia de la desnutrición severa, que es evidente en el cuerpo y suelen haberse diagnosticado ciertas enfermedades, la falta de micronutrientes se acumula silenciosamente con el tiempo. Nos acostumbramos a sentirnos "normales", aunque en realidad nuestro cuerpo nos está pidiendo ayuda.

Algunas razones por las que no lo notamos:

  • Comemos cantidad, pero no calidad. Hoy en día, muchos alimentos están empobrecidos en nutrientes por su procesamiento o porque los suelos en los que se cultivan ya no tienen los mismos minerales de antes.

  • Confundimos los síntomas con otras cosas. Pensamos que la fatiga es por el estrés, que la caída del cabello es genética o que la falta de ánimo es solo una mala racha, cuando en realidad pueden ser señales de deficiencia de vitaminas y minerales.

  • No solemos hacernos análisis específicos. Los chequeos médicos generales no siempre incluyen pruebas para evaluar niveles de vitaminas y minerales esenciales, por lo que el problema sigue sin detectarse.



    Además, para quienes vivimos en grandes ciudades que nos ofrecen comodidades, oportunidades y un sinfín de actividades, también nos exponen a factores que afectan nuestra salud sin que lo notemos de inmediato. Algunos de estos factores incluyen:

  • Alimentos industrializados y pobres en nutrientes: Aunque intentemos comer de manera equilibrada, la calidad de los alimentos ha cambiado. Los suelos donde se cultivan frutas y verduras han perdido minerales esenciales, y muchos alimentos procesados tienen aditivos que pueden afectar la absorción de nutrientes.

  • Estrés crónico y su impacto en la absorción: La vida acelerada, el trabajo, el tráfico y la sobrecarga de información elevan nuestros niveles de estrés, lo que puede disminuir la absorción de ciertos nutrientes esenciales.

  • Contaminación ambiental: La exposición continua a toxinas en el aire, agua y alimentos aumenta la demanda de antioxidantes y nutrientes esenciales que ayudan a combatir el daño oxidativo.

  • Falta de exposición al sol: Pasamos la mayor parte del día en interiores, lo que reduce nuestra producción natural de vitamina D, un nutriente clave para el sistema inmunológico, la salud ósea y el estado de ánimo.

¿Te Falta Algo? Las Señales Que Tu Cuerpo Envía Cuando No Tiene Suficientes Micronutrientes

Antes de que una deficiencia de vitaminas y minerales se convierta en un problema de salud grave, el cuerpo empieza a dar pequeñas alertas. Son síntomas que ignoramos o normalizamos, pero que en realidad pueden estar diciendo: "Me falta algo"

A menudo, los primeros signos de una deficiencia no son dramáticos, pero pueden afectar nuestra calidad de vida. Si experimentas alguno de estos síntomas con frecuencia, podría ser una señal de que tu cuerpo está pidiendo ciertos nutrientes que no está recibiendo en cantidad suficiente:

Fatiga constante a pesar de dormir bien.
Cambios en el estado de ánimo como ansiedad o desánimo.
Problemas digestivos como hinchazón o acidez frecuente.
Caída del cabello o piel reseca.
Debilidad muscular o calambres.

En muchos casos, estos síntomas se presentan en conjunto y pueden ser señales tempranas de desbalances nutricionales que, si no se atienden, pueden evolucionar en problemas de salud más serios. Por ello, prestar atención a estas señales y buscar una evaluación profesional puede marcar la diferencia entre vivir con una salud óptima o seguir lidiando con síntomas que creemos "normales".

Aquí te dejamos una lista más extensa para que revises si te identificas con alguno de estos signos. En caso de que te relaciones con uno o varios de estos síntomas es posible que tu cuerpo no esté recibiendo los nutrientes esenciales que necesita:

Síntomas y nutrientes esenciales que necesitas

Si tienes alguna señal, debes de tomar en cuenta:

1.Cada Persona es Diferente

Esta lista es una guía general, pero cada cuerpo es único y responde de manera diferente a la falta de nutrientes. Si notas alguno de estos síntomas con frecuencia, no los ignores.

Lo ideal es buscar orientación personalizada que considere tu historial, tu estilo de vida y tu salud en su totalidad. Lo ideal es entender a tu cuerpo como un sistema interconectado, donde cada síntoma es una señal que te ayuda a identificar qué necesita tu organismo para recuperar su equilibrio y bienestar.

2. No Normalices las Señales Tempranas

A veces nos acostumbramos a sentirnos con poca energía, con la mente dispersa o con dolores frecuentes, creyendo que es parte de la rutina o del envejecimiento. Pero lo cierto es que el bienestar no debería ser la excepción, sino la norma. Si notas alguno de estos síntomas con frecuencia, es momento de prestar atención y darle a tu cuerpo lo que realmente necesita.

3. Sí se pueden resolver y prevenir las Deficiencias de Micronutrientes

La buena noticia es que las deficiencias de micronutrientes no sólo pueden corregirse, sino que también pueden prevenirse con hábitos adecuados. Aquí te dejamos una lista de algunos cambios que puedes hacer que tendrán un gran impacto para que tu cuerpo pueda recibir y aprovechar mejor los nutrientes que le das: 

Come alimentos reales y de calidad: Prioriza una alimentación rica en frutas, verduras, proteínas de calidad y grasas saludables. Este es el primer paso para garantizar una buena nutrición.
Reduce los ultraprocesados: Muchos alimentos industrializados solo aportan calorías vacías y pueden interferir con la absorción de nutrientes esenciales.
Cuida tu digestión: Si tu sistema digestivo no está funcionando bien, los nutrientes pueden no estar siendo absorbidos correctamente. Mantener una microbiota saludable es clave.
Mantente bien hidratado: Bebe suficiente agua y evita el exceso de bebidas azucaradas o procesadas que pueden afectar la absorción de minerales.
Recibe suficiente sol: La exposición diaria a la luz solar (15-30 minutos) ayuda a la síntesis natural de vitamina D, clave para la salud ósea e inmunológica.
Duerme bien: Un buen descanso es esencial para la regeneración celular y el equilibrio hormonal. La falta de sueño puede afectar la absorción y metabolismo de nutrientes.
Controla el estrés: El estrés crónico puede agotar vitaminas y minerales esenciales, como el magnesio y el complejo B. Incorpora técnicas de relajación como meditación o respiración profunda.
Evita el exceso de alcohol y cafeína: Estas sustancias pueden interferir con la absorción de minerales como el calcio, el zinc y el hierro.
Haz ejercicio regularmente: La actividad física mejora la circulación, el metabolismo y la absorción de nutrientes esenciales.

¿Cómo identificar y corregir una deficiencia de micronutrientes?

Las deficiencias de micronutrientes no suelen aparecer de forma aislada. Generalmente, cuando hay un déficit de un nutriente, es probable que existan carencias en otros, ya que el cuerpo funciona como un sistema interconectado en el que los minerales, vitaminas y otros elementos esenciales trabajan en conjunto. Por ello, si experimentas síntomas es fundamental buscar apoyo especializado para detectar con precisión qué nutrientes están en niveles insuficientes y cuál es la mejor estrategia para corregirlo.

Además, factores como la capacidad de absorción de nutrientes, el estrés, la calidad de los alimentos y el estilo de vida pueden influir en la aparición de estas deficiencias. No siempre basta con mejorar la dieta para resolverlas, ya que en muchos casos el cuerpo necesita un soporte adicional para restaurar su equilibrio. 

Es importante considerar que, si ya existe un déficit significativo, corregirlo únicamente con alimentación y suplementación oral puede tardar meses. Por ello, contar con una estrategia bien dirigida es clave para obtener resultados efectivos y duraderos.

👉🏼Para identificar con exactitud qué tipo de deficiencia tienes, es recomendable realizar una evaluación integral que contemple diferentes herramientas de diagnóstico:

Estudios de laboratorio convencionales: Exámenes como hemogramas y perfiles metabólicos permiten evaluar el estado general de la salud, identificando signos de anemia, inflamación, desbalances en minerales clave y alteraciones en la función hepática y renal.

Estudios especializados funcionales: Estas pruebas avanzadas detectan desequilibrios en vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y otros biomarcadores clave que no siempre aparecen en los análisis convencionales. Permiten entender mejor el estado metabólico y funcional del organismo.

Consulta con un especialista: Un profesional de la salud podrá interpretar los resultados en el contexto de tu historia clínica y estilo de vida, elaborando un plan personalizado para optimizar tu nutrición y corregir deficiencias de manera efectiva.

👉🏼Para abordar una deficiencia de manera personalizada y efectiva, es importante considerar distintas estrategias que se adapten a tus necesidades individuales:

Consulta de Nutrición Clínica Funcional: Diseñar un plan de alimentación basado en tu metabolismo, estado de salud y necesidades específicas puede marcar una gran diferencia en la recuperación de los niveles adecuados de nutrientes. Además, se pueden incluir estrategias para mejorar la absorción de los micronutrientes en caso de que existan problemas digestivos o de biodisponibilidad.

Suplementación Responsable: Cuando la alimentación no es suficiente, el uso de suplementos específicos, siempre bajo supervisión médica, puede ser una herramienta clave para corregir deficiencias de manera segura y eficaz.

Terapia de Sueros de Vitaminas y Minerales: En casos donde las deficiencias son severas o se necesita una recuperación más rápida, los sueros intravenosos permiten restaurar niveles de vitaminas y minerales de manera eficiente, asegurando una absorción óptima y un efecto inmediato en la energía y el bienestar general

Escucha a tu cuerpo y actúa a tiempo

Nuestro cuerpo nos envía señales cuando algo no está funcionando bien. No esperes a que los síntomas se agraven para tomar acción. La clave está en la prevención, en realizar chequeos regulares y en buscar orientación especializada para asegurar que tu organismo reciba todos los nutrientes que necesita para funcionar en su máximo potencial.

Tu cuerpo está diseñado para sentirse bien, con energía, con claridad mental y con un sistema inmune fuerte. Si no es así, tal vez esté pidiendo algo que aún no identificas. No ignores las señales y dale a tu salud la atención que mereces.

Referencias: 
Shamah-Levy, T., Villalpando, S., & Rivera, J. A. (2012). Deficiencias de micronutrimentos en México: un problema invisible en salud pública. Salud Pública de México, 54(2), 123-127. 
Perea Martínez, A., Ríos G, P. T., Macías Parra, M., Bravo Lindoro, A. G., Pecero Hidalgo, M. J., Santiago Lagunes, L. M., Reyes Gómez, U., Villanueva Clift, H., & Perea Caballero, A. L. (2023). Deficiencia de micronutrimentos: Circunstancia actual en la vida temprana y su repercusión en la salud y la economía. Acta Pediátrica de México, 44(6), 474–483.

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