Estrés Oxidativo: Lo que le pasa a tus células ¡te pasa a tí!

Razones por las que necesitamos entender el Estrés Oxidativo y lo que podemos hacer para detenerlo.

Aunque no somos capaces de verlas a simple vista, entender cómo se comportan nuestras células y qué las afecta puede darnos información especialmente útil para mantenernos saludables. 

La continuidad y vitalidad de nuestro cuerpo depende de cómo están trabajando y funcionando las células de cada parte de nuestro cuerpo, que constantemente están en un intercambio dinámico con su entorno para obtener energía y para desarrollar sus funciones. 

En este proceso las células también tienen que tener la capacidad suficiente para protegerse y recuperarse de los daños que se generan en el contacto natural con su entorno. Específicamente nuestras células deben de defenderse de un proceso permanente llamado oxidación celular. 

Si entendemos esto podemos encontrar muchas pistas de cómo mantener nuestra salud, resolver la raíz de ciertos padecimientos, prevenir enfermedades y hasta revertir el envejecimiento. 

Así de importante es de lo que estamos hablando. 

Lo que tienes que saber para entender qué es el estrés oxidativo en tu cuerpo

  • ¿Qué es la oxidación celular?

La oxidación celular es una reacción química provocada por la exposición de las células de nuestro organismo al oxígeno que resulta imprescindible para la supervivencia ya que participa en el proceso de obtención de la energía celular, pero también conlleva la formación de radicales libres.

  • ¿Qué son los radicales libres?

Los radicales libres son moléculas que contienen oxígeno con un número desigual de electrones, lo que les permite reaccionar fácilmente con otras moléculas con una gran capacidad de expansión en las células y por ello pueden causar grandes reacciones químicas en cadena, provocando un proceso de oxidación. Esto significa que cuando las células se exponen al oxígeno y se liberan radicales libres, la reacción química que generan producen una sustancia nueva llamada óxido.

  • ¿Qué es el estrés oxidativo?

Si bien en el cuerpo humano hay un equilibrio entre la producción, ya sea interna o externa, de los radicales libres y su “eliminación” mediante los sistemas antioxidantes, cuando este equilibrio se altera aparece lo que se conoce como estrés oxidativo. Esto sobrepasa la capacidad de nuestro cuerpo para protegerse de los efectos dañinos de los radicales libres y neutralizar el daño celular que provocan.

  • ¿Cómo se ve la oxidación celular?

Cuando los metales están en contacto con el aire o el agua durante un tiempo prolongado, el el oxígeno presente en ellos reacciona con el metal produciendo una nueva sustancia de color rojizo: el óxido. O cuando cortamos una fruta o verdura vemos que el alimento va cambiando de color oscureciéndose poco a poco, debido al proceso de oxidación producido por el oxígeno del aire.
Y en nuestro cuerpo, la producción de radicales libres debido a la exposición o intercambio con el oxígeno y la falta de capacidad para neutralizarlos dañan las moléculas y tejidos de las células. Esto altera los procesos celulares y empiezan a aparecer ciertos síntomas de mal funcionamiento en distintos procesos vitales y partes de nuestro organismo.

  • ¿Cuáles son las consecuencias del daño oxidativo en nuestro cuerpo?

Nuestro organismo pierde la capacidad para compensar el poder reactivo de los radicales libres y con ello no puede reparar el daño que se genera en sus estructuras celulares. Se produce un desequilibrio que conlleva a su mal funcionamiento e incluso a la muerte celular. Se daña por lo tanto el funcionamiento de los procesos metabólicos de las células y se afectan las funciones vitales del cuerpo.

  • ¿Cuáles son los síntomas de daño oxidativo en nuestro cuerpo?

Los síntomas de estrés oxidativo comienzan a notarse cuando se produce el exceso de radicales libres y no hay suficientes antioxidantes para contrarrestar sus efectos. Los primeros síntomas que podemos percibir como consecuencia del deterioro de los tejidos son:

  • Envejecimiento prematuro: aparecen arrugas y manchas en la dermis y la piel pierde su tersura habitual.

  • Problemas de memoria: el cerebro puede empezar a funcionar de manera deficiente, comienzan los olvidos y la pérdida de memoria de manera descontrolada.

  • Cambios físicos: Es posible que esto nos genere mayor rigidez en las articulaciones, pérdida de la fuerza muscular y problemas de movilidad.

  • Problemas cardiovasculares: la oxidación celular puede provocar arritmias y alteraciones en la tensión.

Además, está comprobado que el daño oxidativo está involucrado en numerosas enfermedades cardiovasculares, neurológicas y degenerativas, así como ciertos trastornos neurológicos y algunos tipos de cáncer.

¿Se puede detectar la oxidación celular?

¡Sí! Para valorar nuestro equilibrio oxidativo se puede realizar un test de oxidación con el que se cuantifican las reacciones que generan radicales libres y la capacidad antioxidante de nuestro organismo. A través de diferentes “marcadores biológicos” de nuestro cuerpo es que podemos identificar el grado de riesgo de estar gestando una enfermedad. 

Con la nueva generación de análisis de laboratorio llamados Análisis Clínicos Funcionales se pueden medir los marcadores asociados a la oxidación celular.

Lo que tienes que saber para evitar y detener el estrés oxidativo en tu cuerpo.

  • Evitar el estrés oxidativo permite conservar el potencial y capacidad de nuestras células para desarrollar adecuadamente sus funciones, así como retrasar su deterioro. Como consecuencia, se retrasa el proceso de envejecimiento de nuestro cuerpo.
    Para intervenir adecuadamente en la salud de nuestras células y evitar el daño que les provoca el estrés oxidativo, es importante saber:
    En condiciones de buena salud, el propio cuerpo es capaz de neutralizar el daño que causan los radicales libres gracias a sistemas de defensa naturales, conocidos como antioxidantes. Algunos de estos antioxidantes son endógenos, producidos por el cuerpo. Otros, son exógenos y deben ser introducidos desde el exterior, como por ejemplo, a través de una alimentación adecuada.

  • Los antioxidantes mantienen a los radicales libres bajo control, son moléculas en las células que impiden la oxidación de otras moléculas, por tanto, evitan que los radicales libres puedan tomar electrones de componentes importantes de las células y causar daños. Los antioxidantes actúan como donantes de electrones, evitando que otras moléculas del cuerpo se oxiden y sin desestabilizarse ellos mismos, deteniendo así la reacción en cadena del radical libre y su reactividad. Por ello, los antioxidantes tienen el poder de evitar el estrés oxidativo en nuestro cuerpo.

  • En nuestra alimentación tenemos una gran oportunidad para aportar a nuestro cuerpo los antioxidantes que necesita, por lo que es importante incluir en nuestra alimentación alimentos con propiedades antioxidantes. Su clasificación depende de su estructura química y biodisponibilidad y te recomendamos los que han sido más estudiados.

    Flavonoides: cebolla, lechuga, espinaca, uva, té negro.

    Flavanoles:vino tinto, cacao, chocolate.

    Fenoles: zanahoria, melón, papa, plátano, orégano, grosella, manzana.

    Antocianinas: mora, frambuesa, col morada, cebolla, berenjena, arándanos, fresas y cerezas.

    Taninos: frambuesa, toronja.

  • Nuestro estilo de vida y a lo que estamos expuestos de manera cotidiana, también puede ayudar a detener el estrés oxidativo de nuestras células. Aquí tienes una guía sencilla pero de gran impacto para tu salud:

    Incluir alimentos antioxidantes en nuestra alimentación diaria.

    Evitar el humo del tabaco.

    Disminuir o evitar por completo la ingesta de alcohol y bebidas energéticas.

    Dormir al menos 8 horas diarias.

    Practicar ejercicio regularmente.

    Evitar que la práctica de ejercicio sea excesiva.

    Incluir suplementos para lograr el aporte adecuado de antioxidantes.

    Utilizar productos de higiene y belleza con ingredientes naturales.

    Optar por productos de limpieza para el hogar sin químicos dañinos.

  • Evitar el consumo o exposición a pesticidas u otros productos químicos.

  • Suplementos con vitaminas y minerales con propiedades antioxidantes cuando el aporte de antioxidantes que requiere una persona supera la cantidad que se puede obtener de manera directa de la alimentación diaria, es recomendable buscar orientación profesional para tomar antioxidantes como:
    Betacarotenos
    Luteína
    Licopeno
    Selenio
    Vitamina A
    Vitamina C
    Vitamina E


    Pero dado que cada cuerpo responde a los antioxidantes de diferente manera es muy importante consultar con un médico o especialista de la salud para incorporar adecuadamente los suplementos que realmente sean necesarios en cada caso. 

Cambia la forma en la que cuidas tu salud

En lugar de esperar a tener el diagnóstico de una enfermedad compleja, podemos entender y atender adecuadamente la condición y buen funcionamiento de nuestras células. La inversión de salud que hagamos en nuestros procesos celulares tienen un impacto directo en la calidad de nuestra salud y nuestro bienestar. 

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