Cáncer de Mama: Prevención Integral desde la Medicina Sistémica
Desde el punto de vista de la Medicina Sistémica entendemos que el cáncer de mama no aparece de la noche a la mañana porque es el resultado de un proceso largo y complejo que en muchos casos, comienza con un desbalance hormonal. Y en la mayoría de los casos el cuerpo de la mujer empieza a enviar señales tempranas, que en la medicina convencional suelen ser consideradas como padecimientos independientes que son tratados controlando o suprimiendo los síntomas.
Pero el Enfoque Sistémico nos permite evaluar el cuerpo de manera integral, entendiendo que su estado y comportamiento no son aislados, sino interconectados. Al mirar más allá de los síntomas superficiales y detectar desbalances tempranos, podemos tomar medidas antes de que se desarrollen problemas graves. Por ello es que podemos intervenir de manera anticipada, abordando las causas subyacentes y no simplemente reaccionando cuando la enfermedad ya está presente.
En este contexto, el cáncer de mama es completamente prevenible y podemos tomar muchas acciones antes incluso de que aparezca.
Pero para avanzar de un enfoque reactivo a uno verdaderamente preventivo, es esencial comprender a fondo los procesos subyacentes que rigen la salud de las mujeres. Esto implica conocer cómo las hormonas, el metabolismo, el sistema inmune y otros factores interactúan de manera integral a lo largo del tiempo, permitiéndonos identificar desequilibrios o señales tempranas antes de que se manifiesten como problemas más graves. Al comprender mejor estos procesos profundos, podemos anticiparnos a las necesidades del cuerpo y abordar las causas subyacentes en lugar de reaccionar solo cuando aparecen los síntomas.
Lo que todas las mujeres debemos saber sobre nuestras hormonas y su relación con el cáncer de mama.
Las hormonas son mensajeros químicos producidos por diferentes glándulas en el cuerpo, que viajan a través del torrente sanguíneo para regular numerosas funciones esenciales, como el metabolismo, el crecimiento, el estado de ánimo y el ciclo reproductivo.
En el caso de las mujeres, las hormonas desempeñan un papel fundamental en el cuerpo de la mujer, regulando procesos esenciales como el ciclo menstrual, la reproducción, el metabolismo y el estado de ánimo que son clave para su bienestar general y salud reproductiva.
Algunas de las hormonas más importantes en la mujer y su relación particular con el cáncer de mama incluyen:
1. Estrógenos: son las hormonas sexuales femeninas más importantes, responsables del desarrollo y mantenimiento de las características sexuales secundarias, como el desarrollo de los senos y el control del ciclo menstrual. Los estrógenos tienen tres formas principales:
Estradiol (E2): Predomina en mujeres en edad fértil.
Estrona (E1): Principalmente después de la menopausia.
Estriol (E3): Aumenta durante el embarazo.
En el contexto del cáncer de mama, un exceso de estrógenos o un metabolismo inadecuado de estas hormonas puede fomentar el crecimiento de células malignas. En particular, algunos metabolitos del estrógeno, como la 16α-hidroxiestrona (16-OH), están asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama debido a su capacidad para promover la proliferación celular. Por otro lado, metabolitos como la 2-hidroxiestrona (2-OH) tienen un efecto protector, ayudando a reducir este riesgo.
El metabolismo del estrógeno es clave para la salud mamaria, y la capacidad del cuerpo para producir más de los metabolitos protectores y menos de los dañinos es esencial para disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Mantener un equilibrio hormonal adecuado y optimizar este metabolismo puede ser una estrategia efectiva para la prevención de esta enfermedad.
2. Progesterona: es otra hormona clave en la salud femenina, que se encarga de preparar el útero para el embarazo después de la ovulación. Su principal función es equilibrar los efectos de los estrógenos. En casos de desbalance hormonal donde hay más estrógenos que progesterona (condición conocida como dominancia estrogénica), puede aumentar el riesgo de proliferación celular y, por ende, de cáncer de mama.
3. Andrógenos: aunque son más conocidos como hormonas sexuales masculinas, como la testosterona, también están presentes en las mujeres y desempeñan un papel importante en la libido, el estado de ánimo y la energía. El desequilibrio de los andrógenos, aunque menos relacionado con el cáncer de mama que los estrógenos, puede afectar indirectamente los niveles hormonales y contribuir a problemas de salud.
4. Cortisol: la hormona del estrés, también puede influir en el equilibrio hormonal y aumentar el riesgo de cáncer de mama. El estrés crónico provoca un aumento prolongado del cortisol, lo que puede alterar la función de los estrógenos y afectar el sistema inmunológico, favoreciendo un entorno propicio para el desarrollo de enfermedades, incluyendo el cáncer.
5. Prolactina: es la hormona que estimula la producción de leche en las glándulas mamarias después del parto. Algunos estudios sugieren que niveles elevados de prolactina en mujeres que no están embarazadas pueden estar asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama, ya que esta hormona puede promover la proliferación de células mamarias.
También es importante saber que los metabolitos son los productos resultantes del proceso de descomposición y transformación de las hormonas en el cuerpo, especialmente los estrógenos. El metabolismo del estrógeno, por ejemplo, da lugar a varios metabolitos, algunos de los cuales tienen efectos protectores para la salud, mientras que otros pueden ser dañinos.
Por ello es que la capacidad del cuerpo para metabolizar las hormonas de manera efectiva, favoreciendo la producción de metabolitos protectores y minimizando los dañinos, es clave para mantener un equilibrio hormonal saludable y pre
Balance hormonal desde la perspectiva de Medicina Sistémica
Cuando hablamos de la importancia de cuidar el balance hormonal, nos referimos a mantener niveles adecuados de cada una de las hormonas clave pero además, éstas deben de tener la capacidad de cumplir con sus funciones de manera óptima.
Y desde una perspectiva sistémica, es fundamental entender que las hormonas no operan de forma aislada, sino que actúan como parte de un sistema interconectado que influye en diversas áreas del bienestar físico y emocional. Un desbalance en una sola hormona puede desencadenar efectos negativos en el metabolismo, el sistema inmunológico, la salud mental y la capacidad reproductiva.
Ya que nuestras hormonas regulan muchas funciones corporales esenciales, cuando se desequilibran, el cuerpo emite señales tempranas que debemos atender para corregir desde la raíz, en lugar de centrarnos únicamente en los síntomas.
Desbalance hormonal en las mujeres y señales tempranas
El cáncer de mama, en muchos casos, está relacionado con los metabolitos que el cuerpo produce cuando las hormonas no se metabolizan correctamente.
Factores como el estrés crónico, una mala alimentación, la falta de sueño o la exposición a toxinas ambientales pueden alterar este equilibrio hormonal y desencadenar problemas de salud a corto y largo plazo.
En la visión de la Medicina Sistémica, entendemos que mucho antes de que se diagnostique el cáncer de mama, el cuerpo emite señales de desequilibrio hormonal como:
Síndrome premenstrual severo: es una de las señales más comunes de desequilibrio hormonal, particularmente de estrógenos y progesterona. Un exceso de estrógenos en relación con la progesterona puede llevar a síntomas como hinchazón, sensibilidad en los senos, irritabilidad y fatiga extrema antes del ciclo menstrual. En un entorno de medicina convencional, estos síntomas suelen manejarse con anticonceptivos o analgésicos. Sin embargo, en un enfoque sistémico, tratamos de identificar el origen del desequilibrio hormonal para reestablecer el balance y minimizar los síntomas de manera natural.
Cambios repentinos de peso: el aumento o la pérdida rápida de peso también puede ser una señal de desbalance hormonal, especialmente cuando hay una alteración en la producción de hormonas como la insulina, el cortisol y los estrógenos. Los estrógenos en exceso pueden favorecer la acumulación de grasa, sobre todo en áreas como el abdomen, lo que aumenta el riesgo de cáncer de mama, ya que el tejido graso produce más estrógenos. Abordar estos cambios de peso mediante la regulación hormonal y un plan nutricional personalizado es clave en la medicina sistémica para prevenir problemas de salud más graves.
Alteraciones inmunes asociadas a la menstruación: durante el ciclo menstrual, el sistema inmunológico de la mujer también puede verse afectado. Los desequilibrios en los niveles hormonales, especialmente de estrógenos, pueden llevar a la inflamación crónica y afectar la respuesta inmune. Esta alteración inmunológica puede manifestarse en una mayor susceptibilidad a infecciones, dolores articulares o malestar general durante la menstruación. En la medicina sistémica, la prioridad es restaurar el equilibrio hormonal para que el sistema inmune funcione de manera óptima a lo largo del ciclo.
Cambios de humor y fatiga crónica: los cambios de humor, la ansiedad, la depresión y la fatiga crónica suelen estar relacionados con desequilibrios en el eje hormonal HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenal). El estrés crónico, la producción alterada de cortisol y el metabolismo anormal de los estrógenos pueden afectar profundamente el bienestar emocional de la mujer. En Aware, nos enfocamos en abordar las causas subyacentes de estos cambios emocionales, ajustando los niveles hormonales y controlando el estrés mediante un enfoque integral que incluye nutrición, suplementación y técnicas de relajación.
Prevención del cáncer de mama con la Medicina Sistémica
Desde la Medicina Sistémica no creemos que los síntomas hormonales sean “normales” o parte inevitable del ciclo de vida de la mujer. Al contrario, creemos firmemente que estos desbalances son signos tempranos de problemas subyacentes que pueden corregirse antes de evolucionar hacia condiciones más graves, como el cáncer de mama.
La Medicina Sistémica nos permite identificar estos desequilibrios, tratarlos desde la raíz y restaurar la salud integral.
En el caso del cáncer de mama inducido por desequilibrios hormonales puede ser prevenido mediante :
Restablecimiento del balance hormonal desde la raíz:
Para prevenir el cáncer de mama es esencial lograr un metabolismo hormonal saludable. Esto significa mantener niveles equilibrados de estrógenos y progesterona, así como una adecuada respuesta del cuerpo al estrés. Estos factores reducen el riesgo de inflamación crónica y de proliferación celular anormal, ambos asociados con el desarrollo de cáncer.Reducción de la inflamación crónica:
La inflamación crónica es un precursor de muchas enfermedades, incluyendo el cáncer. Un sistema hormonal en equilibrio promueve una respuesta antiinflamatoria adecuada en el cuerpo, minimizando los riesgos.Monitoreo y evaluación hormonal precisa:
La evaluación hormonal es clave para entender cómo las hormonas afectan el cuerpo. A través de análisis funcionales avanzados, como el DUTCH Test y el Perfil Hormonal Femenino, podemos obtener una visión clara del metabolismo hormonal. Estos estudios permiten detectar desequilibrios tempranos y ajustar las intervenciones antes de que los problemas se agraven.Entender y tratar la totalidad de la mujer:
El enfoque sistémico entiende de manera integral a cada mujer, comprendiendo la interconexión de todos sus sistemas corporales. No sólo se considera un plan específico para restaurar el balance hormonal, sino que también se garantiza el buen funcionamiento de los sistemas digestivo, inmune y neurológico, entre otros. A su vez, se reconoce la importancia del bienestar emocional, mental y social en el mantenimiento del equilibrio hormonal.Estrategias personalizadas para un metabolismo hormonal equilibrado:
El enfoque integral de la medicina sistémica incluye estrategias adaptadas a cada persona. Estas pueden incluir mejoras en la alimentación para optimizar el metabolismo del estrógeno, suplementación personalizada para corregir deficiencias nutricionales y ajustes en el estilo de vida como la gestión del estrés, el incremento de la actividad física y la recuperación de ciclos de sueño saludables. Todos estos factores trabajan en conjunto para mantener un equilibrio hormonal adecuado.Fortalecer el sistema inmune y reducir la oxidación celular:
Además de los cambios en la alimentación, algunas intervenciones complementarias como la Terapia de Sueros de Vitaminas y Minerales y la Ozonoterapia pueden ser útiles para mejorar la capacidad antioxidante del cuerpo y fortalecer el sistema inmunológico. Estas terapias contribuyen a reducir el daño celular y mejorar la respuesta inmune, factores clave para prevenir enfermedades crónicas como el cáncer.Restablecer el patrón saludable de sueño:
El sueño es fundamental para el equilibrio hormonal y por ende, para la prevención del cáncer de mama. Durante el sueño, el cuerpo se recupera y regula funciones esenciales, incluidas las hormonales. Un sueño insuficiente o de mala calidad puede afectar la producción de hormonas como el cortisol, que en exceso, interfiere con el balance de estrógenos y progesterona, aumentando el riesgo de desequilibrios hormonales que pueden derivar en problemas de salud a largo plazo, como el cáncer de mama. Con un programa específico resolvemos las causas del insomnio para recuperar un sueño saludable.
Recomendaciones clave para la prevención del cáncer de mama
En el enfoque de Medicina Sistémica, la prevención eficaz del cáncer de mama requiere combinar varias estrategias y aquí tienes una lista de acciones concretas que puedes implementar en tu vida diaria para prevenir el cáncer de mama:
Autoexploraciones mamarias: Realizar autoexámenes regulares ayuda a familiarizarse con la forma natural de los senos, lo que facilita la detección de cualquier cambio anormal.
Mamografías periódicas: A partir de los 50 años, las mamografías bienales son esenciales para una detección temprana.
Mantener un peso saludable: El exceso de grasa corporal puede incrementar la producción de estrógenos, aumentando el riesgo de cáncer de mama.
Ejercicio regular: La actividad física reduce los niveles de estrógenos dañinos y promueve el equilibrio hormonal.
Dieta rica en antioxidantes y fibra: Una de las mejores formas de recuperar el equilibrio hormonal es a través de una alimentación adecuada. Una dieta rica en antioxidantes, fibra y ácidos grasos omega-3 puede reducir significativamente el riesgo de cáncer de mama
En la Medicina Sistémica, destacamos los siguientes puntos clave para la alimentación:
Frutas y verduras: Los antioxidantes presentes en las frutas y verduras ayudan a neutralizar los radicales libres y a reducir la inflamación en el cuerpo, factores importantes en la prevención del cáncer.
Ácidos grasos omega-3: Estos ácidos grasos, presentes en pescados como el salmón y las semillas de chía, tienen propiedades antiinflamatorias y promueven el metabolismo de los estrógenos protectores.
Fibra: Una dieta alta en fibra ayuda a eliminar los estrógenos excedentes del cuerpo, lo que puede reducir el riesgo de cáncer hormonodependiente como el cáncer de mama.
Reducción del alcohol: El alcohol aumenta los niveles de estrógenos dañinos en el cuerpo. Reducir su consumo es esencial para una prevención efectiva.
Para dar batalla al cáncer de mama ¡Empieza hoy!
El cáncer de mama es una enfermedad prevenible cuando adoptamos un enfoque sistémico, proactivo e integral para el cuidado de nuestra salud.
Por eso te invitamos a aprovechar este mes de concientización sobre el cáncer de mama para comenzar a pensar de manera integral en tu salud y prevención. Tú tienes el poder de modificar muchos de los factores de riesgo que influyen en el desarrollo no solo del cáncer de mama, sino de otras enfermedades crónicas.
Por favor ¡No dejes para después tu bienestar! ¡Déjanos acompañarte y ayudarte en la tarea de prevención!
Un primer paso es empezar a aplicar en tu día a día las recomendaciones que te dimos. También puedes realizarte estudios hormonales completos y especializados para entender de manera personalizada cómo está tu balance hormonal.
En Aware podemos diseñar para ti una ruta para restablecer tu balance hormonal, incluso desde las primeras señales de desequilibrio, con esto estarás tomando medidas fundamentales para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Pero lo más importante es cambiar de enfoque con el que entiendes la prevención y la atención temprana de cualquier síntoma.
Por eso, si tienes:
Síndrome premenstrual severo
Cambios repentinos de peso
Alteraciones inmunes asociadas a la menstruación
Cambios de humor y/o fatiga crónica
¡Es importante que te des el tiempo para atenderte y resolverlos a tiempo!
Juntos podemos cuidar tu bienestar a través de la evaluación hormonal y la implementación de un plan que incluya un estilo de vida saludable, con una dieta personalizada.
No dejes pasar más tiempo para priorizar tu salud. Nuestro equipo está listo para guiarte en cada paso de este proceso.
Si no habías pensado en cómo sí puedes prevenir el cáncer de mama, ahora es el momento. ¡Estamos aquí para ayudarte a comenzar!
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